Actualizado el
14 de noviembre de 2024

¿PARA QUÉ SIRVE EL COLÁGENO EN LA PIEL MADURA?

Por jb.rodriguez
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En resumen

Arrugas, líneas de expresión, flacidez, sequedad, pérdida de firmeza o luminosidad: los signos del envejecimiento de la piel son numerosos. Nuestro primer reflejo suele ser aplicar tratamientos cosméticos en la cara, pero lamentablemente los signos de envejecimiento no solo afectan esta parte del cuerpo. A continuación, te explicamos las principales razones por las que la piel envejece, partiendo desde los diferentes tipos hasta las acciones que puedes llevar a cabo para atenderlos. 

¿Por qué envejece nuestra piel?

Con el paso del tiempo, la dermis y epidermis de la piel evolucionan de manera natural. El envejecimiento cronológico es uno de los factores principales del envejecimiento de la piel, junto con la exposición al sol.

El entorno 

Este proceso depende principalmente de la genética, por lo que varía de una persona a otra. Algunas personas ven  sus primeras arrugas muy temprano, mientras que otras las ven mucho después e incluso de forma menos profunda. Este deterioro biológico ralentiza diversos mecanismos, lo que puede llevar a:

Deshidratación: La barrera cutánea se ve afectada y las glándulas sebáceas producen menos sebo, lo que provoca la pérdida de agua. Además, el ácido hialurónico, una molécula que actúa como esponja para almacenar agua en la piel, disminuye un 1% cada año a partir de los 25 años, lo que reduce la capacidad de la piel para retener agua. Esta deshidratación favorece la aparición de líneas finas y arrugas.

Tez apagada: Las células muertas se acumulan en la superficie de la piel debido a la desaceleración en la renovación celular, lo que provoca que la piel se vea menos suave y luminosa.

Falta de elasticidad: La producción de fibras esenciales para la elasticidad de la piel, como el colágeno y la elastina, disminuye con el tiempo, y este proceso se acelera durante la menopausia.

Los factores ambientales juegan un papel importante en el envejecimiento de la piel, amplificando los signos del envejecimiento, principalmente a través de la acción de los radicales libres, que causan el estrés oxidativo.

Los radicales libres pueden generarse por la contaminación, el tabaco, los rayos UV, el estrés, los malos hábitos de vida… Atacan el ADN, las proteínas como el colágeno y la elastina, e incluso los lípidos de la membrana, alterando la composición de la piel y ocasionando disfunciones cutáneas.

El sol: Los rayos solares provocan un envejecimiento prematuro, conocido como fotoenvejecimiento. Por eso es importante protegerse desde una edad temprana para preservar tu 'capital solar', es decir, la cantidad de exposición al sol que tu piel puede manejar a lo largo de los años sin sufrir daños.

Los rayos UVA penetran profundamente en la piel, causando daños a largo plazo en el ADN celular y ralentizando la renovación celular. Los rayos UVB afectan la superficie de la piel, causando quemaduras solares.

Con la exposición prolongada sin protección adecuada, puede ocurrir una producción excesiva de melanina localizada o una oxidación de la melanina ya presente, lo que lleva a la aparición de manchas.

El tabaco: Los cigarrillos producen miles de radicales libres que atacan las células. Estas células ya no pueden defenderse, y su composición se altera, por lo que deja de funcionar con normalidad y su proceso de envejecimiento se acelera.

La contaminación: Las moléculas contaminantes se depositan en nuestra piel y causan estrés oxidativo, con una sobreproducción de radicales libres.

El estrés: También estimula la producción de radicales libres, que son dañinos para la piel.

Una dieta desequilibrada: Se deben evitar los alimentos procesados, (demasiado dulces o grasos). Por ejemplo, una dieta excesivamente rica en azúcar promueve la glicación, lo que impacta el colágeno y la elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.

Falta de hidratación: ¡Este es el factor clave en el envejecimiento de la piel! De hecho, la falta de consumo de agua y de cremas hidratantes refuerza los signos de deshidratación, como arrugas y líneas finas.

¿Cuáles son los principales signos de envejecimiento?

Los efectos del envejecimiento cutáneo en nuestra piel son numerosos, siendo las arrugas el más conocido. También se manifiesta en forma de flacidez, con la aparición de bolsas bajo los ojos.

Las arrugas comienzan como líneas de expresión, seguidas por líneas de deshidratación. Con el tiempo, se vuelven más profundas y marcadas.

Con el paso del tiempo, la sequedad se intensifica, haciendo que la piel se sienta incómoda y más deshidratada. Se vuelve más delgada y frágil. 

¿Cómo podemos retrasar la aparición de estos signos?

Lo primero que hay que hacer es, por supuesto, evitar los factores que aceleran el envejecimiento de la piel. Es importante proteger la piel del sol usando ropa adecuada, aplicando protector solar y limitando el tiempo de exposición al sol. Esto reduce la aparición de manchas pigmentarias y protege el ADN y las proteínas de la piel.

También es recomendable reducir el consumo de tabaco, evitar la falta de sueño y limpiar la piel por la mañana y por la noche para eliminar las partículas de contaminación.

Si deseas ir un paso más allá, aquí tienes algunos consejos IN & OUT:

El enfoque "IN" con colágeno

El colágeno es una proteína presente en todas las estructuras de nuestro cuerpo, ya que es un componente de la matriz extracelular del tejido conectivo. Al igual que la elastina, es fabricado por los fibroblastos, las células de la dermis. Se encuentra en nuestra piel, huesos, músculos, etc.

Su principal función es hacer que nuestros tejidos sean resistentes y proteger nuestros órganos y otros tejidos. El colágeno está, por lo tanto, muy involucrado en la firmeza de nuestra piel. Diversos factores a los que estamos expuestos pueden reducir la producción de esta proteína o incluso dañarla, como el sol, la dieta desequilibrada, el tabaco, la contaminación, el estrés... Además, su producción disminuye de manera natural con la edad.

Nuestra piel refleja nuestro estilo de vida, y su salud también depende de lo que comemos. Recomendamos llevar una dieta equilibrada, baja en azúcares rápidos y grasas saturadas, pero rica en antioxidantes, que se encuentran principalmente en frutas y verduras frescas. Los antioxidantes ayudan a la piel a defenderse de los radicales libres, evitando que dañen la composición de la piel y aceleran el envejecimiento prematuro. Además, ciertos elementos impulsan la producción de colágeno, como las vitaminas A, C y E, el zinc, el azufre y los aminoácidos derivados de las proteínas. Se encuentran en alimentos como frutas y verduras de colores naranjas y amarillos, frutas rojas y bayas, pescados, carnes rojas, mariscos, nueces, entre otros.

Si deseas incorporar suplementos de colágeno a tu dieta, opta por péptidos de colágeno o nutrientes que estimulan la producción de colágeno, en lugar de colágeno entero. Estas moléculas pequeñas son más fácilmente absorbidas por el cuerpo, mejorando su efectividad.

El enfoque "OUT" con el ingrediente activo adecuado

El procolágeno Peptido 4, es el activo recomendado para estimular la producción de colágeno y retrasar la aparición de arrugas. Cuando se aplica sobre la piel, la deja  más tonificada y reduce las arrugas. Aplica 2 gotas en las áreas con líneas de expresión (frente, contorno de ojos y contorno de boca), por la mañana y por la noche, durante al menos 8 semanas. Siempre aplícalo antes de tu crema hidratante.

La deshidratación puede llevar a la flacidez de la piel, la falta de elasticidad y firmeza, la aparición de líneas finas y arrugas, así como a una sensación de incomodidad y sensibilidad.

Por ello, aunque suene repetitivo, es importante hidratar la piel y tratar la raíz del problema. Este es el primer paso hacia una piel saludable. Al aplicar una crema hidratante adaptada a tu piel y a sus necesidades de nutrición, tu piel se verá más tonificada y firme.

¿Quieres saber si el colágeno es adecuado para tu piel?, puedes realizar un análisis con nuestro Skin Observer para conocer las fortalezas y debilidades de tu piel. Recuerda complementar esta información con una consulta a tu dermatólogo.


Por jb.rodriguez
Publicado el 14 de noviembre de 2024
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